En el marco de la celebración del Día del árbol, la Cámara de Viveristas de San Pedro eligió a la localidad para donar nuevos ejemplares que puedan embellecerla.
Esta mañana llegaron a Santa Lucía las 65 plantas donadas por los viveristas locales a la localidad. Se trata de Fresnos y Acers que comenzarán a formar parte del paisaje de esa ciudad, con todos los beneficios que supone contar con un frondoso arbolado público.
Los ejemplares serán plantados por los empleados municipales, alumnos de la Escuela Margarita O’Farrel y colaboradores de la localidad. Además la entidad regaló 50 rosales para plantar en las Plazas de San Pedro.
Entregar vida al planeta
El principal impulsor de la actividad forestal en nuestro país fue Domingo Faustino Sarmiento, Presidente de la Nación entre 1868 y 1874. “El cultivo de los árboles, conviene a un país pastoril como el nuestro, porque no solo la arboricultura se une perfectamente a la ganadería, sino que debe considerarse un complemento indispensable”, dijo. Luego, alentando a plantar árboles, agregó: “La Pampa es como nuestra República, tala rasa. Es la tela en la que ha de bordarse una nación”.
Por eso la Cámara de viveristas también extiende la invitación a plantar árboles, como forma de entregar vida al planeta. A modo de ejemplo, cita algunas razones para plantar un árbol:
Abastece el consumo diario de oxígeno de cinco personas
Aminora la velocidad del viento
Mantiene la humedad relativa evitando centros ciclónicos.
Regula las temperaturas y amortiguan las amplitudes térmicas, mediante la sombra.
Cuando es de gran porte, transpira 400 litros de agua por día, lo que representa a una verdadera bomba de agua biológica, que equivale al trabajo que cumplen cinco aires acondicionados
Reduce el ruido ambiente.
Favorece a la economía por que ahorran entre un 2 y un 4 por ciento del gasto habitual en calefacción o refrigeración,
Fija el polvo en suspensión.
Un solo árbol es un complejo ecosistema que mantiene a numerosas especies de invertebrados (insectos, arácnidos), así como vertebrados (aves, reptiles y mamíferos), que encuentran en él su alimento, por medio de las hojas, yemas, brotes o frutos, y refugio. Sobre su corteza crecen hongos, líquenes y plantas parásitas, quienes se nutren de su savia, y epifitas (crecen sobre ellos, pero no les hacen daño), como las lianas, que los utilizan como punto de apoyo para acceder a las alturas donde abunda la luz. Entre las raíces abundan las larvas de los insectos, gusanos que viven en el subsuelo, los ácaros y los roedores.